Crónicas de Tannhäuser: Ed Wood

"Ed, vale la pena luchar por los propios sueños.
¿Por qué pasarse la vida realizando los sueños de otros?"

Orson Welles, Ed Wood

“Otro bodrio del peor director de todos los tiempos”, ese era el slogan con el cual se anunciaban las películas de Edward D. Wood Jr., considerado el peor director de cine de la historia. La historia de Ed Wood es curiosa; su interés por el cine nació a muy temprana edad, a los once años le regalaron su primera cámara y con ella rodó varios cortometrajes, posteriormente fue a la guerra en Alemania donde recibió una medalla y fue conmemorado como héroe de guerra, tras el conflicto reconoció combatir con ropa interior de mujer.

A principios de los cincuenta rodó varios cortometrajes y en 1953 logró estrenar su primera película, Glen or Glenda, un film autobiográfico sobre el travestismo. Entre sus siguientes films destacan (sobre todo por ser las tratadas en la película de Burton) Jail Bait, The Bride of the Monster, Night of the Ghouls y Plan 9 from Outer Space (esta última, considerada la peor película de la historia del cine y que por cierto, tendrá un lugar en esta sección), así pues, podemos comprobar que la carrera de Wood estuvo repleta de fracasos y desilusiones, ninguna de sus películas pudo alcanzar el reconocimiento y la fama que el anhelaba, cosa que terminó por condenarle a la bebida y a una profunda depresión. Su trabajo fue desvariando hasta terminar por dedicarse al cine erótico donde dirigió demenciales películas como Necromania o Death of a travestite.

El mismo año en el que murió, 1978, fue nombrado como el peor director de cine de todos los tiempos por The Golden Turkey Awards, hecho que terminó por darle una fama que nunca tuvo en vida y que finalmente le convirtió en un director de culto.

Ya sea por las estrambóticas figuras que actuaron en sus películas o por las disparatadas tramas que tenían, Tim Burton se fijó en este marginado director y decidió hacer una película sobre su vida.

Ed Wood, ganadora de dos Oscars (Mejor actor de reparto para Martin Landau y mejor maquillaje), es con permiso de Big Fish, la mejor película de Tim Burton y seguramente, una de las mejores películas sobre el cine y la amistad que jamás se hayan hecho.

Sorprende sobremanera el respeto y la admiración de Burton con respecto a la figura de Wood, de hecho, la película se convierte en una oda a la cutrez y a la serie Z, la tolerancia con la que trata a cada uno de los personajes es enternecedora y admirable. Sobre esto último me remito al final del film, donde Wood y su camarilla disfrutan del estreno de su última película entre aplausos y ovaciones, algo que nunca sucedió en la realidad y que demuestra el amor de Burton por todos y cada uno de sus personajes.


La historia está basada en la biografía de Ed Wood (interpretado por Johnny Depp) escrita por Rudolph Grey, titulada Nightmare of Ecstasy. En la película se nos narran los acontecimientos ubicados entre 1953 y 1959, época en la que rodó sus películas más emblemáticas y en la cual tuvo la oportunidad de conocer y trabajar con antiguas estrellas del cine de terror como Bela Lugosi (Martin Landau) o de la televisión como Vampira (Lisa Marie). En el film se muestran también sus desavenencias con su primera esposa, Dolores Fuller (Sarah Jessica Parker), la cual nunca pudo entender su travestismo. Por contra, conoceremos a el amor de su vida, Kathy O’Hara (Patricia Arquette), que le acompañará en todas sus desventuras. El extraordinario elenco se terminará de perfilar con actuaciones estelares como las de Bill Murray (interpretando a Bunny) o Jeffrey Jones (en el papel de Criswell).

El papel de Johnny Depp es uno de los más brillantes de su carrera ya que logra interpretar a la perfección a uno de los personajes más deprimentes con los que jamás nos hayamos topado. No obstante, la pasión que este personaje siente por el cine contagiará a todo el equipo que le rodea, el cual trabajará entusiasmado como si de una película de Orson Welles se tratase. Curiosa y anecdóticamente, la figura que interpreta Depp se asemeja muchísimo a la que Ewan McGregor interpreta en Big Fish.

Con la intención de esclarecer esta última afirmación referente a Big Fish, deberíamos fijarnos en el grupo de personajes que rodean a Wood en la película. Estos van desde una vieja y oxidada estrella del cine de terror como Bela Lugosi, pasando por un campeón de lucha libre como Tor Johnson hasta llegar a una estrella de la televisión de los cincuenta como lo era Vampira. Todos ellos, unidos a personajes como la esposa de Wood, la amante, el propio equipo de rodaje, los productores y figurantes, constituyen una variopinta familia imposible de olvidar. En ella, los valores de la amistad y la lealtad primarán sobre todas las cosas, algo que estará tratado con mucho acierto y sensibilidad por parte de Burton, lo cual sorprende, repito, al tratar con tal respeto y admiración a una figura menor como lo es Ed Wood.


Pero si hay una interpretación que sobresale sobre el resto es la de Martin Landau, su actuación es antológica y perdonadme si abuso de palabras altisonantes pero no hay nada que se ajuste más a la realidad en este caso. A parte del parecido que tiene con Bela Lugosi, consigue perfilar un personaje entrañablemente decadente por el cual observamos que Wood siente una ciega admiración. Lugosi representa a una figura del pasado que no tiene lugar en el presente, un fantasma de lo que fue que termina por creerse el mismísimo Conde Drácula. El personaje recuerda mucho al interpretado por Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses (Sunset Blvd.) que respondía al nombre de Norma Desmond; aquella célebre actriz del cine mudo que vio como su carrera caía en picado con la entrada del sonido. Acabando con Lugosi, resaltaría el hecho de que la película es en blanco y negro gracias (o por culpa) a él ya que nunca se le pudo ver en color, por lo tanto, Burton decidió rodar todo el film en blanco y negro.

Por otro lado, la película esta rodada como si la hubiera hecho el mismísimo Wood (salvando las diferencias, claro está). Desde la magnífica secuencia de créditos (sencillamente brillante, la tendréis linkeada más abajo), hasta el final del film, observamos la intención de Burton por recrear varias de las secuencias de las películas del nefasto director como si de un homenaje se tratara. No hay que olvidarse del magnífico trabajo realizado a la hora de recomponer la ciudad de Los Ángeles de los cincuenta (recuerda a Perdición o el Crepúsculo de los dioses). Burton, no sólo emulo a Wood, sino que también tomo pedacitos de los grandes como Orson Welles, Griffith o Billy Wilder en varias de las secuencias del film.

El cine de Wood, errático y de momentos absolutamente demenciales llevados por un (no nos engañemos) actor de opereta como lo era Bela Lugosi, seguramente sea de lo más cutre que se haya hecho jamás, sin embargo, su cine se sigue vendiendo hoy en día y su figura es mucho más conocida que la de otros directores que han hecho méritos suficientes como para que se les recuerde.

Esto nos lleva a varias conclusiones: una sería referente al archiconocido dicho de, “no hay mala prensa”, haciendo referencia a que siempre que se hable de uno es positivo (sea bien o mal) porque así se te dará a conocer.

La otra tendría que ver con la mediocridad ya que casualmente siempre recordamos las buenas y las malas películas, algo que se puede extrapolar a todas las situaciones de nuestras vidas.

Particularmente pienso que esta es una película cálida y epidérmica de obligatorio visionado donde reluce un claro mensaje: no importa la calidad final de las cosas sino el entusiasmo y la pasión que pones en ellas.

Cine sobre cine.