jueves, 5 de agosto de 2010

Crónicas de Tannhäuser: The Blues Brothers (Granujas a todo ritmo)




“Estamos en una misión de Dios”


Elwood Blues, The Blues Brothers (Granujas a todo ritmo)





Con sólo diez años recuerdo pasar horas jugando a mi Amiga 500 intentándome pasar el juego de The Blues Brothers, tarea harto complicada para un renacuajo de mi edad, tanto, que nunca conseguí pasármelo y el disquete (¿Os acordáis de los disquetes?) terminó descansando en el cajón cogiendo polvo como tantos otros juegos. Siempre recordé ese juego, siempre volví a jugarlo y no fue hasta unos años más tarde cuando me enteré de que estaba basado en una película, una moda bastante novedosa por aquel entonces, de hecho, no sé si alguno recordaréis el nefasto y abominable juego de E.T., seguramente el peor videojuego jamás hecho.

Volviendo a The Blues Brothers (prefiero llamarla así ya que la traducción al castellano, Granujas a
todo ritmo, me parece una aberración de dimensiones bíblicas) e indagando en el origen de su historia, es curioso que la película nazca de un show cómico musical que nació con la primera generación de cómicos de la cantera de Saturday Night Live. Los cómicos Dan Aykroyd y John Belushi se enfundaron en sus trajes y se convirtieron en Elwood Blues y Zee Jake Blues respectivamente para hacer varios sketches musicales que derivaron finalmente en la creación de una banda de soul/blues revival que llevaba por nombre, obviamente, The Blues Brothers. El resto de la banda estaba compuesta por grandes músicos como Steve Crooper, Lou Marini, Alan Rubin, Jonny Rosch y Eddie Floyd.

Tras la fundación de la banda en 1976 hasta 1978, Aykroyd y Belushi se convirtieron en dos de los iconos más importantes de los setenta y de la música blues en EUA, lanzando a Saturday Night Live hacia lo más alto de la parrilla televisiva y aumentando sus cachés como la espuma. Ambos tenían la intención de dar el salto a la gran pantalla, algo que no tardó en suceder ya que en 1978 comenzaron a rodar 1941, fallida comedia bélica del aún imberbe Steven Spielberg en la cual el dúo estuvo como cabeza de cartel. Ese mismo año recibieron la visita de los señores de Universal para producir el film de The Blues Brothers con la intención de poner a un joven director que despuntaba desde hacía varios años con películas independientes, John Landis. La dupla estuvo de acuerdo con la condición de que Aykroyd escribiera el guión, cosa que aceptaron los productores aún sabiendo que Aykroyd jamás había escrito ningún guión. Su inexperiencia hizo que se presentara a finales del 78 con un guión de 324 páginas. Dada su extensión y a sabiendas de que probablemente lo lincharían al entregar el guión (recordemos que se entiende que cada página de un guión equivale aproximadamente a un minuto de película), intentó quitar importancia al asunto encuadernándolo como un tomo de las páginas amarillas. La broma sentó bien a la productora y dieron el visto bueno al guión, eso sí, antes debería pasar por el filtro de John Landis, el cual lo reescribió y redujo hasta las 148 páginas.



El guión sin embargo, distaba de ser un musical convencional. En él encontramos un declarado amor por la música en directo, un homenaje al Cotton Club, un tributo al jazz y al blues de las dos décadas anteriores; “Con The Blues Brothers queríamos rendir homenaje a la música negra estadounidense”, palabras de Aykroyd. El contrapunto lo encontramos en el exceso de secuencias de acción y persecuciones de coches, así como lo vemos en la mayoría del cine policíaco de los setenta o la blackxplotation.


Finalmente consiguieron un presupuesto récord para una película de esas características, este ascendía a 27 millones de dólares, siendo el mayor presupuesto otorgado a un musical hasta la época. Gracias a ello pudieron contar con colaboraciones de celebridades como James Brown, Carrie Fisher, Frank Oz, Aretha Franklin y Ray Charles, completando así un cartel envidiable para cualquier producción de Hollywood.

La historia arranca desde una cárcel de Illinois. Jake Blues (John Belushi) es puesto en libertad tras haber cumplido tres años de condena por robo a mano armada. Su hermano, Elwood Blues (Dan Aykroyd), lo espera en la puerta con el bluesmóvil a sus espaldas. Su primera parada es el orfanato donde crecieron. Allí descubrirán que el orfanato debe 5.000 dólares en impuestos que la iglesia no está dispuesta a pagar, poniendo el peligro el futuro inmediato del orfanato. Los hermanos deciden recuperar el dinero pero no saben de que manera hasta que Jake es iluminado por una luz divina que le comunica que debe reunir la banda de nuevo. Tras reunirla comenzarán una gira que les llevará a ganarse un sinfín de enemigos entre los que se encuentran la policía, el ejército y una banda de nazis de Illinois que harán que el ritmo del film se torne frenético bajo el ritmo del jazz y R&B.


The Blues Brothers se convirtió instantáneamente en una película de culto, arrastrando a miles de fans y convirtiéndola en uno de los musicales más rentables. No obstante, el éxito se convirtió en un arma de doble filo para la dupla de oro. Aykroyd relanzó su carrera y consiguió importantes papeles en En los límites de la realidad: La película (1983), Entre pillos anda el juego (1983), Indiana Jones y el templo maldito (1984) y los dos films de Los cazafantasmas (1984 y 1989). Actualmente está en el ocaso de su carrera y sus trabajos más importantes se ubican en los ochenta, no obstante, participó en The Blues Brothers 2000 (1999), secuela de The Blues Brothers con la cual intentó revivir sus mejores años, sin embargo, el fracaso fue rotundo.


La cruz de la moneda le tocó a John Belushi, que ya comenzaba a tener un comportamiento errático en el rodaje de The Blues Brothers. Más tarde todo Beverly Hills estaba al corriente de su adicción a la cocaína. El 5 de marzo de 1982 fue encontrado muerto en su domicilio a causa de una sobredosis de speedball (mezcla de heroína y cocaína), por lo visto llevaba un tiempo fuera del circuito, sumido en una profunda depresión; “No pienso tener ningún tipo de consideración con mi cuerpo”, John Belushi dixit.



A pesar de parecer un slapstick automovilístico en algunos momentos, abusar demasiado de las espectaculares persecuciones (cabe decir que son de lo mejor que he visto) y tener una trama un tanto simplista, la película conecta contigo, ya sea por el nivel de melomanía de cada uno o por lo “cool” de los personajes. A ello hay que sumarle una alta carga de un humor irreverente desprovisto de cualquier tipo de moralina, tampoco busca la profundidad ni el sentido a todo lo que ocurre en ella, sencillamente es una comedia musical bestial y gamberra.


Concluyendo, me gustaría destacar la huella que la dupla Aykroyd/Belushi dejó en la pantalla, mostrando unos magníficos dotes para la música y convirtiéndose por méritos propios en un símbolo del blues y del cine de los ochenta a base música y carcajadas. Un icono cinematográfico reconocible por todos.

Hilarante comedia compuesta a partir de nitroglicerina musical.


The Blues Brothers - Twist It (Ray Charles)

1 comentario:

Marambito dijo...

Interesante comentario amigo o amiga... me parece que está es una grandisima cinta que contiene todo el poder del R&R.

Lo del jueguito no lo sabia. Buena dato, lo buscaré.

Pasate por mi blog, acabo de hacer una critica a esta peli.

vidaentechnicolor.blogspot.com

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