Esta mañana hemos asistido al pase de prensa de la película de Sección Oficial La mujer con la nariz rota, segunda película del director serbio Srdan Koljevic, cuyo primer film (The Red Colored Grey Truck) fue presentado también en el Festival de Sevilla hace ahora seis años. El director lamentaba no haber podido venir entonces y, por eso, se alegraba de estar hoy en Sevilla. Esta primera película será pronto distribuida en España.
Una joven con un bebé y la nariz rota baja de un taxi atrapado en un atasco en el puente de Belgrado, y se tira al agua, dejando al bebé en el coche. Lo que empieza con un intento de suicidio conectará la vida de los tres testigos. Gravilo, el taxista, un duro refugiado bosnio que no sabe qué hacer con el bebé; Anica, una profesora de instituto que recuerda el drama que representó perder a su hijo en un accidente de coche, y Biljana, una farmacéutica que de pronto se da cuenta de que no quiere casarse con su prometido y huye.
Antes que director, Srdan Koljevic fue guionista y participó en siete largometrajes, todos ellos éxitos de taquilla nacionales y ganadores de varios premios internacionales. Su primera película como director fue muy aplaudida por público, crítica y festivales.
Contada como un mosaico de vidas cruzadas, el director confiesa que su intención no era la de emular a Robert Altman en Vidas cruzadas o Paul Thomas en Magnolia, sino que pretendía que cada una de los personajes y sus historias formaran parte de un todo que transmitiera la idea de cómo se vive en la actual ex- Yugoslavia, donde existen "muchas víctimas indirectas de la guerra" que desean "superar las heridas y cicatrices del pasado".
De hecho, el puente en el que tiene lugar el suceso inicial y donde se produce un importante atasco es presentado "como un símbolo de ese bloqueo emocional en el que los personajes se ven sumergidos" y al que también se enfrentan hoy día los habitantes de todas las clases sociales de Belgrado, reflejado en el film mediante las tres clases sociales de los protagonistas: el taxista refugiado, la profesora de clase alta venida a menos y la estrella del rock.
Sin embargo, si hay algo que Koljevic ha querido dejar claro ha sido su intención constante de transmitir una sensación de optimismo: "Quería contar la historia con humor para ofrecer esperanza, porque creo que es muy importante para la gente que vea la película en mi país, el humor es importante cuando cuentas cosas serias", afirmaba el realizador, que también quiso resaltar lo bien que le sonaba la palabra "esperanza" en español al escuchársela a la traductora.
Finalmente, la película toma como marco el cierre anunciado de una emisora de radio, que nos sirve como cuenta atrás en las historias de los tres personajes. La banda sonora de este film, compuesta por grandes éxitos de la Yugoslavia de los años 70 y 80 y con cierto carácter inocente, se contrapone al ritmo de la ciudad de Belgrado y, aunque la radio cierre, sus bonitas canciones continúan con todos los personajes en el ambiente.
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