Entre los estrenos de esta semana queremos destacar, además de Entrelobos, la película Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas, del director tailandés Apichatpong Weerasethakul, un film que viene avalado por el máximo galardón del Festival de Cannes, la Palma de Oro a la Mejor película, y que obtuvo el Premio de la crítica en el pasado Festival de Sitges. Uncle Boonmee es, además, la propuesta de Tailandia para los Oscar.
Boonmee ha decidido pasar sus últimos días rodeado de sus seres queridos en el campo. Sorprendentemente, el fantasma de su esposa fallecida parece cuidar de él y su hijo, desaparecido hace tiempo, regresa a casa bajo una forma no humana. Considerando las razones de su enfermedad, Boonmee camina por la jungla con su familia hacia una misteriosa cueva en la cima de una colina, el lugar del nacimiento de su primera vida.
Fue hace algunos años cuando Apichatpong Weerasethakul conoció la historia del verdadero tío Boonmee, un anciano que había llegado al monasterio cercano a su casa para aprender meditación y ayudar en sus actividades cotidianas. Un día, este hombre se presentó ante el abad, posterior fuente de Weerasethakul, y le confesó haber visto pasar ante sus ojos sus vidas pasadas mientras estaba sumido en la meditación. Se vio a sí mismo y se sintió como un búfalo, una vaca, incluso un espíritu incorpóreo que vagaba por las llanuras del noreste.
El abad quedó impresionado pero no sorprendido, porque ya había escuchado historias similares en anteriores ocasiones, y se decidió entonces a recopilar estas vivencias en el libro titulado A Man Who Can Recall His Past Lives en 1983. Lamentablemente, cuando el director se hizo al fin con este libro, Boonmee llevaba ya algunos años fallecido.
Sin embargo, Apichatpong Weerasethakul no quiso hacer una película sobre Boonmee, sino sobre su idea de la reencarnación y por eso dejó a Boonmee en un segundo plano y destacó los personajes de Jenjira y Tong, interpretados por dos de los actores con los que suele trabajar: Jenjira Pongpas y Sakda Kaewbuadee. El resto del elenco, en cambio, está formado por actores aficionados. "Para mí, Boonmee es una persona anónima. Por tanto, no pude utilizar actores profesionales, ya que éstos tienen múltiples identidades que la gente ya conoce", explica Weerasethakul, de modo que Boonmee y Huay acabaron siendo interpretados por un soldador de tejados y una cantante.
Por otro lado, Uncle Boonmee forma parte del llamado Primitive Project, con el que Apichatpong Weerasethakul trata de capturar algunos recuerdos del noroeste de Tailandia, donde se crió el director, que confiesa: "Me fascina el hecho de que, a medida que envejecemos, nuestra infancia se vuelve más vívida". De hecho, reconoce que en determinada escena de la película se funden sus propios recuerdos con los del tío Boonmee.
Finalmente, con esta película el realizador tailandés ha declarado que ha querido hacer un homenaje a un cierto tipo de cine, el cine de su juventud, ese cine que se hacía con una iluminación intensa y directa, donde los diálogos eran susurrados a los actores (que los repetían mecánicamente) y donde los monstruos siempre estaban en la oscuridad para camuflar sus baratos disfraces. "También reconozco una influencia de los cómics tailandeses. Los argumentos no eran complicados – los espíritus siempre eran parte del paisaje. Aún hoy en día es así", explica Weerasethakul.
Sin duda, cuando hablamos de Uncle Boonmee no nos estamos refiriendo a una película sencilla y de fórmula fácil que nos haga evadirnos y olvidarnos del mundo que nos rodea. No nos engañemos, sin haberla visto, Uncle Boonmee se nos presenta como una película compleja en la que los detalles probablemente sean lo más importante. Sin embargo, no siempre buscamos la risa o la lágrima fácil en el cine, sino desafíos para nuestro intelecto y a nosotros, por toda esta extraña magia que la rodea, nos intriga y nos atrae.
Os dejamos con el tráiler y ya os contaremos nuestras impresiones.
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