Con los Oscar ya celebrados y sus principales películas estrenadas en nuestro país, hoy queremos centrarnos en Lola, una cinta off-Hollywood del filipino Brillante Mendoza, aclamado director que con solo 24 años optó a la Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes.
Han matado al nieto de Abuela Sepa para robarle el móvil. A pesar del dolor que le produce este acto de violencia, la anciana debe ocuparse del entierro. Ella y su familia son pobres y no tienen suficiente dinero para comprar un ataúd y pagar a un letrado para que se ocupe de la denuncia contra el acusado. Pero Abuela Sepa incluso está dispuesta a pedir un préstamo al banco para darle un entierro decente a su nieto y para que se haga justicia.
Por su parte, Abuela Puring está decidida a sacar a su nieto Mateo de la cárcel, aunque le acusen de haber matado sin razón al nieto de Abuela Sepa. Pero la anciana es pobre y no dispone del dinero necesario para la fianza. Cada vez que va a verle y le lleva comida decente, se le rompe el corazón al verle consumiéndose detrás de los barrotes con otros en su misma situación. En la primera vista, las dos abuelas deben enfrentarse. Ambas son frágiles y pobres, y cada una quiere hacer lo mejor para su nieto. El futuro del caso depende del amor de las abuelas...
El prolífico cineasta filipino Brillante Mendoza regresa a la gran pantalla con el estreno de su última película, Lola, que en su idioma quiere decir «abuela». Confiesa que éste es un proyecto que tardó en desarrollar tres años, en los que mientras tanto rodó tres largometrajes: Kinatay (2009), con el que fue premiado en Sitges, Serbis (2008) y Tirador (2007), para las que siempre ha contado con el mismo equipo: "Algunos miembros del equipo viven en el mismo edificio que yo y tienen contratos fijos -explica-. La vida en común nos permite reaccionar con rapidez y si me apetece filmar unos planos, puedo hacerlo sólo saliendo a la calle con la cámara. Me gusta la idea de poder rodar en cualquier momento, sin pensar en la producción."
Aún así, Mendoza también admite que su experiencia en publicidad le ayudó a ser disciplinado, a organizarse antes del rodaje para poder ser después espontáneo. El director debutó en el cine en 2005 con Masahista y, desde entonces, ha rodado nueve películas.
"Como publicista, vendo ideas. En mis películas cuento historias. Y quiero que sean lo más auténticas posible, lo más cercanas a la vida real, a mí y a mi entorno. Y, sobre todo, que transcurran aquí y ahora. No hace falta ir muy lejos para encontrarlas"(Brillante Mendoza)
La película rebosa realismo por todos lados: está basada en un hecho real, las escenas de cárcel se rodaron todas en una prisión auténtica y en ella se subraya el robo de móviles, cuya fianza es más elevada en Filipinas que para otros objetos debido a la considerable cantidad de móviles robados. Lola es también un retrato fiel de la sociedad filipina, como ocurre en todas las películas de Mendoza. Allí, los gastos de la vida y de la muerte dependen del estatus social de cada uno. Cuanto más rico, más caro será morir. Pero si se es pobre, hasta la vida es negociable.
La vida moderna en Filipinas, al igual que en cualquier país industrializado, puede ser complicada para los ancianos. La vida en la ciudad es rápida y frenética y, con frecuencia, se considera a los ancianos como un lastre porque son lentos y tienen costumbres anticuadas. No obstante, los filipinos respetan a sus mayores y los abuelos siguen teniendo un papel de gran importancia en la familia. Los lazos familiares de los filipinos son muy fuertes.
En Lola, ambas abuelas están interpretadas por actrices profesionales. Anita Linda encarna a Lola Sepa y tiene 84 años, y Rustica Carpio, de 79 años, es Lola Puring. El director comenta que no se quejaron ni una vez durante el rodaje a pesar de las dificultades con que se encontramos.
Lola se estrena este viernes en España. Os dejamos con su tráiler en versión original subtitulada.
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