Antena 3 emitió anoche -con 25 minutos de retraso- el segundo capítulo de Una chica de ayer y, para poder comparar una serie con otra, por la tarde me vi el segundo capítulo de Life on Mars, la original británica.
De este modo, he podido comprobar que tras un piloto de igual argumento, el segundo capítulo comienza a dar señales de que Una chica de ayer sigue un camino distinto a su homóloga de la BBC. Aunque en el trasfondo de ambos capítulos se trata la protección de testigos y se dan algunas situaciones similares (como responsabilizar a Samuel de la muerte de la chica o la confianza que adquiere el kiosquero frente a Plaza), las tramas son completamente diferentes.
Mientras que en la propuesta de la BBC encontramos una serie mucho más sombría en el aspecto cromático y de carácter más policial, donde Sam parece tener asumido que no le queda otra que vivir en 1973 y resolver los casos que se le presenten como mejor sabe (al estilo del 2006), en Antena 3 se han decantado por un argumento más dramático y familiar y unos decorados llenos de color.
No obstante, aún considero que es pronto para emitir un juicio definitivo, aunque creo que resulta evidente que Antena 3 no ha querido hacer un símil de Life on Mars, sino que ha preferido partir de esta idea original para -a partir de aquí- seguir un camino distinto, que probablemente cree que es más adecuado al público español y, por esa razón, llena cada capítulo de situaciones cómicas y chistes fáciles.
Como último apunte, sólo espero que para futuros capítulos hayan contratado a mejores extras, porque las escenas resultaban verdaderamente tediosas cada vez que la tal Bonifacia aparecía en pantalla.
En fin, continuaremos informando.
De este modo, he podido comprobar que tras un piloto de igual argumento, el segundo capítulo comienza a dar señales de que Una chica de ayer sigue un camino distinto a su homóloga de la BBC. Aunque en el trasfondo de ambos capítulos se trata la protección de testigos y se dan algunas situaciones similares (como responsabilizar a Samuel de la muerte de la chica o la confianza que adquiere el kiosquero frente a Plaza), las tramas son completamente diferentes.
Mientras que en la propuesta de la BBC encontramos una serie mucho más sombría en el aspecto cromático y de carácter más policial, donde Sam parece tener asumido que no le queda otra que vivir en 1973 y resolver los casos que se le presenten como mejor sabe (al estilo del 2006), en Antena 3 se han decantado por un argumento más dramático y familiar y unos decorados llenos de color.
No obstante, aún considero que es pronto para emitir un juicio definitivo, aunque creo que resulta evidente que Antena 3 no ha querido hacer un símil de Life on Mars, sino que ha preferido partir de esta idea original para -a partir de aquí- seguir un camino distinto, que probablemente cree que es más adecuado al público español y, por esa razón, llena cada capítulo de situaciones cómicas y chistes fáciles.
Como último apunte, sólo espero que para futuros capítulos hayan contratado a mejores extras, porque las escenas resultaban verdaderamente tediosas cada vez que la tal Bonifacia aparecía en pantalla.
En fin, continuaremos informando.
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