La historia se centra en el barrio de Ajami, en Jaffa, Israel, es una amalgama de culturas y de puntos de vista entre judíos, musulmanes y cristianos. La fragilidad de la existencia humana se pone de manifiesto en la cerrada comunidad de Ajami, donde, aún defendiendo posturas distintas, sus habitantes deben convivir como vecinos. Ningún lugar expresa mejor el contraste entre mundos diferentes. Avanzando y retrocediendo en el tiempo, y a través de los ojos de varios personajes, somos testigos de lo difícil que es esta situación.
El reparto de Ajami cuenta con actores que no habian estudiado interpretación ni había aparecido en una película. Uno de los directores, Scandar cuenta que muchos de ellos provienen de un ambiente duro, donde la violencia y el crimen forman parte de la vida real. Todos los actores de Ajami fueron escogidos por su parecido al personaje en cuanto a forma de ser y antecedentes. A lo largo de un taller de diez meses, los actores se embarcaron en una odisea psicológica y experimentaron la historia personal de sus personajes por medio de actividades de role-play y de debates.
También es de destacar, el como se ha llevado a cabo el rodaje de este film tanto a la hora de llevar la puesta en escena y la organización del rodaje.
Para la puesta en escena, Yaron comenta: "a los los actores no se les dio un diálogo que aprender ni un guión que leer. No hubo ensayos. Muchos realizadores han usado el elemento sorpresa para algunas escenas. Ajami está construida enteramente sobre esta premisa. A lo largo de la película, las emociones que ves son genuinas. Sin embargo, al contrario que otros experimentos basados en la improvisación, la cinta contaba con un guión muy preciso centrado en un argumento específico que requería una estructura emocional concreta. Por tanto, las interpretaciones de los actores debían generar emociones espontáneas que fueran de la mano del guión escrito con anterioridad. Esto se consiguió arrastrando a los actores al estado emocional y psicológico de cada personaje tal y como el guión describía".
Para la puesta en escena, Yaron comenta: "a los los actores no se les dio un diálogo que aprender ni un guión que leer. No hubo ensayos. Muchos realizadores han usado el elemento sorpresa para algunas escenas. Ajami está construida enteramente sobre esta premisa. A lo largo de la película, las emociones que ves son genuinas. Sin embargo, al contrario que otros experimentos basados en la improvisación, la cinta contaba con un guión muy preciso centrado en un argumento específico que requería una estructura emocional concreta. Por tanto, las interpretaciones de los actores debían generar emociones espontáneas que fueran de la mano del guión escrito con anterioridad. Esto se consiguió arrastrando a los actores al estado emocional y psicológico de cada personaje tal y como el guión describía".
Y en cuanto a la organización del rodaje, Yaron cuenta que: "la pelicula se rodó escena a escena, cronológicamente, como si fuera una cadena de hechos reales en el mundo real. El equipo tuvo que ir de una localización a otra y de nuevo a la anterior para que todos los actores experimentaran su historia personal como si fuera la vida real. Así, cada uno de ellos interpretaba una escena con el bagaje de las emociones de las anteriores. Esta progresión dio lugar a una lógica dramática muy sólida y clara en la mente y el corazón de los actores y generó las mismas emociones que en la vida real".
Otro dato curioso de la película, es que su montaje duro alrededor de un año, ya que contaban con mucho material.
Por último, os ofrecemos el tráiler de Ajami que muestra la mezcla de culturas y de puntos de vista entre judíos, musulmanes y cristianos en el barrio israelí de Ajami, en Jaffa. Ningún lugar expresa mejor el contraste entre diferentes mundos. Avanzando y retrocediendo en el tiempo, y a través de los ojos de diferentes personajes, somos testigos de la trágica fragilidad de la existencia humana en la comunidad de Ajami, donde los enemigos deben convivir como vecinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario