Al final, fue el realizador Samuel Maoz quien conquistó el León de Oro con Lebanon (Líbano), que clausuró la 66º edición del Festival de Venecia el pasado 12 de septiembre. La cinta israelí cuenta la historia de cuatro jóvenes que se encuentran inmersos en la primera guerra del Líbano, en 1982. Todo se enfoca desde la perspectiva de estos protagonistas, que se encuentran atrapados en el interior de un tanque y cuya única meta no es la lucha, sino la supervivencia.
Este testimonio antibelicista es, en buena parte, autobiográfico, pues su director aún recuerda con amargura su participación en esta guerra a la edad de 20 años. Lebanon se ganó al jurado presidido por el director taiwanés Ang Lee.
Otras 25 películas participaron en la Mostra y de ellas salieron los restantes premiados:
Shirin Neshat debutó como directora con Zanan Bedoone Mardan (Mujeres sin hombres) que se llevó el merecidísimo León de Plata. Por otra parte, la comedia Soul Kitchen, del joven director alemán y de origen turco Fatih Akin, se llevó el Premio especial del jurado.
El premio a la mejor actriz fue para Kseniya Rappoport, por su participación en la italiana La Doppia Ora -del director Giuseppe Capotondi- y el premiado como mejor actor fue Colin Firth por A Single Man, del realizador estadounidense Tom Ford.
El Premio Marcello Mastroianni al mejor actor revelación fue a parar a Jasmine Trinca por la cinta II grande sogno, del realizador Michele Placido.
Todd Solondz consiguió el premio al mejor guión por la película de Life during Wartime.
Sin embargo, la otra cara de la moneda la simboliza Baaria, la megaproducción italiana de Giuseppe Tornatore que abrió el festival y que, finalmente, no se alzó con ningún premio. También cabe a destacar el premio a Sylvester Stallone por toda su carrera.
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