La sala El Cachorro, en Sevilla, acoge por octavo año consecutivo una curiosa iniciativa auspiciada por Cámara Lenta que mezcla cine y gastronomía, concretamente cortometrajes y caracoles, tan típicos en los bares de la ciudad en esta época del año.
La idea es recaudar, mediante la venta de estas tapas, el premio en metálico que se entregará al Mejor Cortometraje Por Caracoles. Así es, cuantas más tapas de caracoles consuman los asistentes durante los días de proyección, mayor será el premio que se llevará a casa el vencendor. Además, los ganadores de los premios Caracol de la Tierra y Caracol del Público serán galardonados con otro producto típico de la tierra, concretamente se llevarán a casa un trofeo hecho en cerámica de Triana.
Dicho así, quizás pueda pareceros una tontería. Sin embargo, en la pasada edición del certamen se presentaron hasta 210 obras procedentes de países como Italia, Francia, República Checa, Bélgica, Estados Unidos, México y Cuba, además de España, claro. El público asistente a las cinco jornadas de proyecciones superó, además, las 1.000 personas.
A nosotros nos parece una iniciativa de lo más original para promover la proyección y el visionado de cortometrajes. En esta muestra, ese afán de divulgación resulta incluso más importante que el propio premio.
Aquellos interesados en participar, podéis enviar vuestros cortometrajes (producidos en 2008, 2009 o 2010) hasta el 17 de mayo. Para más información, os recomendamos que consultéis las bases en la web oficial.
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