El pasado lunes se estrenó en Estados Unidos The Big C, la nueva comedia de Showtime que, además, ha logrado situarse como el mejor estreno de la cadena en ocho años (y eso que, recordemos, hablamos de la responsable de Dexter, Nurse Jackie, United States of Tara, Californication y Weeds). Concretamente, se congregaron frente al televisor 1,2 millones de espectadores.
The Big C gira en torno a Cathy Jamison, una mujer a la que su doctor le diagnostica cáncer. Cathy se niega a someterse a la quimioterapia y decide, entonces, tomarse la vida de otra manera y romper drásticamente con todo lo que gira a su alrededor, lo que la lleva a probar cosas que de otro modo no habría probado. Junto a ella, su marido Paul (con quien atraviesa una crisis), su hermano Sean y su hijo Adam.
Quizás a muchos el argumento os recuerde, en cierto sentido, a Breaking Bad, pero no nos equivoquemos. La serie protagonizada por Bryan Cranston no tiene nada que ver con ésta de Laura Linney. En ambas, el cáncer supone la excusa para que sus personajes principales decidan cambiar de vida. Sin embargo, mientras que a Walter White (el personaje de Cranston) le da por vender drogas químicas, Cathy decide dejar de ser aburrida.
Con Breaking Bad nos enfrentamos a un auténtico drama (uno de los mejores de los últimos años), pero The Big C es una comedia que nos llena de aire fresco, nos hace sonreír y no resulta, en absoluto, una ñoñería. Lo cierto, eso sí, es que no nos provoca una carcajada constante. Se trata, más bien, de una comedia negra, pero nada que ver con lo que veíamos en United States of Tara, donde el drama estaba mucho más presente.
Laura Linney, nominada tres veces al Oscar, es la encargada de dar vida a Cathy, una mujer fuerte y segura de sí misma que se enfrenta, si es necesario, a todo el que la rodea. Su marido Paul, interpretado por Oliver Platt, resulta en cambio demasiado anodino e incluso algo odioso, al igual que su hijo (de tal palo tal astilla). Gabriel Basso es Adam, el insoportable hijo adolescente de ambos. En cuanto al hermano de Cathy, se llama Sean (John Benjamin Hickey) y es un comprometido activista.
Además, otros personajes de la serie son el joven Doctor Todd (Reid Scott), su vieja y desconocida vecina Marlene (Phyllis Somerville) y su borde pero gorda alumna (que nadie se ofenda, que así la llama ella) Andrea, a quien da vida Gabourey Sidibe, quien el año pasado debutó en la interpretación con Precious.
Tan sólo se ha emitido un episodio, por lo que ahora mismo me resulta imposible emitir opinión sobre la serie al completo. Habrá que ver cómo se desarrolla el argumento y qué tramas se van introduciendo para poder realizar un análisis completo. De momento, sin duda, os recomiendo que le deis una oportunidad y, si sigue como en este piloto, creo que tendrá un excelente futuro.
1 comentario:
El sacar parecidos con Breaking Bad por el punto de partida del cáncer no le hace ningún favor.
El piloto está muy bien, presenta muy bien a todos los personajes, y Laura Linney está maravillosa.
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