miércoles, 28 de abril de 2010

"Honeymoons", de Goran Paskaljevic, llega a nuestros cines este viernes



Dejamos a un lado la vena comercial que nos ha salido en los últimos días para acercarnos hoy a una película más humana. Se trata de Honeymoons, dirigida por el director serbio Goran Paskaljevic, uno de los directores europeos más importantes de las tres últimas décadas.

Gorak Paskaljevic estudió en la prestigiosa Escuela de Cine de Praga. A lo largo de su carrera, ha realizado 30 documentales y 15 largometrajes, que han sido presentados y aclamados en los festivales de cine más prestigiosos del mundo: Cannes, Berlín, Venecia, Toronto, San Sebastián... En 1992 se vio obligado a abandonar su país, Serbia, debido al ascenso del nacionalismo. Regresaría seis años más tarde para rodar El polvorín, que le valdría algunos premios internacionales como en el Festival de Cine de Venecia y en los Premios de Cine Europeo.

En 2001, la revista Variety lo incluyó entre los cinco mejores directores de ese año. Más recientemente, en enero de 2008, el MoMA de Nueva York realizó una retrospectiva sobre su obra. Un importante director cuyo nombre quizás no suene tanto como el de James Cameron o Steven Spielberg y que, sin embargo, nos ha regalado algunas de las mejores producciones europeas de los últimos años.


El pasado viernes 23 de abril, Paskaljevic fue galardonado con el Premio del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián, galardón concedido anteriormente a Pilar Bardem, Elías Querejeta y José Luis Borau.

Honeymoons, primera coproducción serbio-albanesa, relata la historia de dos jóvenes parejas que, con la esperanza de una vida mejor, abandonan sus respectivos países. Melinda (Mirela Naska) y Nik (Jozef Shiroka) abandonan Albania para dirigirse en barco a Italia, donde esperan vivir su amor prohibido. Vera (Jelena Trkulja) y Marko (Nebojsa Milovanovic) dejan Serbia por tren en dirección a Austria, atravesando Hungría. Marko, un violoncelista de gran talento, tiene la oportunidad de entrar en la Orquesta Filarmónica de Viena. Pero los problemas empiezan al llegar a la frontera, a pesar de tener los papeles en orden.


Durante la dictadura de Enver Hoxha, ningún serbio podía viajar a la vecina Albania. Hoy, tras los conflictos de Kosovo, son muy pocos los serbios que se deciden a hacerlo. En 2006, invitaron a Paskaljevic a que acudiera a la proyección de tres de sus películas en Tirana, capital de Albania. "El único cine de Tirana se llenó totalmente, incluso había gente de pie en los pasillos laterales", recuerda Paskaljevic. De aquella estancia surgió Honeymoons. Existía la necesidad de unir esfuerzos entre las dos naciones. Una semana después de regresar de Albania, el director serbio escribió su primera sinopsis. La película pronto adquirió el título de Honeymoons. Esa creación conjunta, ese sueño por trabajar codo con codo con el pueblo vecino, se hizo realidad un año después.

Por cierto, Honeymoons ganó la Espiga de Oro en el Festival de SEMINCI de 2009. Sin embargo, poco importan los premios en esta película. Su historia, la que existe detrás de las cámaras, la vende por sí sola.

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