Un nuevo título se estrena hoy en las carteleras de nuestros cines, Anclados es una película documental escrita y dirigida por Carlota Nelson. La cinta optó en el pasado Festival Internacional de Cine de las Palmas de Gran Canaria al premio José Rivero al mejor nuevo director. Esta producción ha sido llevada por Wanda Visión en coproducción con Explora Films.
Tras la desaparición de la Unión Soviética, su flota pesquera – barcos y tripulación - quedó abandonada en distintos puertos de todo el mundo. Este es el punto de arranque de Anclados, que a lo largo de tres años, refleja la vida real y cotidiana de 5 marineros que optaron por quedarse y rehacer sus vidas en un muelle olvidado en Las Palmas de Gran Canaria.
Voldoya, un cocinero de 68 años; David, un ingeniero georgiano de 45; Jana, una mujer divorciada y con dos hijas a los 42; Valieri, un hombre de Kiev que ejerce de vigilante y Máximo, un joven ruso de 26 años, son los cinco ex-ciudadanos de la URSS que comparten el sueño de revivir su viejo buque para volver a su tierra.
"Entre el olor a gasoil y chatarra encontré a estas personas a las que habían arrebatado todo, menos la dignidad", dijo Carlota Nelson directora del documental que gira alrededor de la vida de estos marineros rusos abandonados. "Sus vidas parecían estar ancladas físicamente al puerto, y mentalmente, a su anterior vida con el régimen soviético", añadió en el pasado Festival de Cine de Canaria.
Además, el documental gira en torno al Zaidan, uno de los barcos soviéticos y de un grupo de marineros que trata de reflotarlo con la esperanza de volver a pescar. Cualquier salida por incierta y arriesgada que parezca, es mejor que regresar a sus repúblicas de origen o seguir envejeciendo perdidos en tierra de nadie.
El rodaje de Anclados duro tres años y su inicio fue el 5 de diciembre de 2006 y su finalización el 5 de octubre del pasado año 2009. Aunque gran parte del documental está grabado en las Palmas de Gran Canaria, también se grabó en Crimea (Ucrania).
En cuanto al tratamiento audiovisual, su directora comenta: "Visualmente, los escenarios (barcos, muelles, puerto…) componen un espectáculo corrosivo y devastador iluminado por situaciones de gran humanidad y ternura. Pretendo reflejar estos rastros de humanidad que se atisban entre el oxido de los barcos. También quiero explorar las diferencias ideológicas de los personajes, el barco como analogía política".
Por último, Anclados nos muestra como el paso de los años corroe y oxida el hierro de los barcos, pero no la mente de estas personas que siguen manteniendo vivo en sus mentes el recuerdo de un imperio caído.
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